Yo te alabo Señor en este y todos los días de mi vida. Hoy venimos a Ti con esta hermosa oración de alabanza para exaltar tu grandeza, tu divinidad y majestad.
Venimos con nuestros brazos elevados el cielo y nuestro corazón inundado de amor a Ti para alabarte Señor Jesús. Porque Tú, eres el más grande de todos los seres; el que por los siglos de los siglos está presente en nuestros corazones.
Yo te alabo hoy Señor Jesús, mañana y siempre. Mientras tenga vida te alabaré y te honraré.
Hoy no vengo a pedirte nada, sino a dirigirme a Ti con todo mi amor, mi respeto y mi admiración. Vengo a agradecerte por cada día, por tu amor, por tu sacrificio, por tu divinidad.
YO TE ALABO SEÑOR
Te alabo en este día Señor Jesús.
Bendito seas por siempre;
bendito tu santo nombre,
bendita tu misericordia,
bendita tu presencia en mi corazón,
bendita tu preciosísima sangre,
bendito tu santo espíritu,
bendito tu sagrado corazón,
benditas las llagas de tus manos y pies,
bendita la herida de tu costado.
Porque eres la luz del mundo por los siglos de los siglos, yo te alabo amado Señor Jesucristo.
Porque has entregado tu vida por amor a mí, yo te alabo Señor.
Porque resucitaste como un verdadero Dios, yo te alabo Señor.
Porque me has enseñado el verdadero amor, que todo lo sana y lo renueva, yo te alabo Señor.
Porque eres mi salvador y el salvador del mundo, yo te alabo Señor.
Porque siempre escuchas mi llamado, yo te alabo Señor.
Porque eres esperanza para el mundo, yo te alabo Señor.
Porque me bendices con cada nuevo día, yo te alabo Señor.
Porque me miras con misericordia, yo te alabo Señor.
Gloria a Dios, gloria a Ti Señor Jesús.
Bendito y alabado seas por siempre Señor.
Amén.
También te puede interesar: