Bríndanos tus poderosos brazos en este día Señor Jesús. Todos los días, en todo momento necesitamos de Ti; pero en especial en momentos de dolor, enfermedad, deudas y problemas.
Extendemos nuestros brazos y abrimos nuestro corazón a Ti, para recibirte y para que nos recibas en un abrazo profundo, con esta hermosa oración que te elevamos en este día.
Por todo lo que hoy más necesito Señor, yo te invoco y te dedico estas palabras con mucha fe; sintiendo que tus brazos me envuelven al tiempo que me sanan y me elevan por encima de mis problemas.
TIÉNDEME TUS BRAZOS JESÚS
Cuando despierte cada mañana, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando esté llen@ de temores por no saber que hacer, tiéndeme tus brazos Señor.
En los momentos en que mis problemas sean más grandes que yo, tiéndeme tus brazos Señor.
En la enfermedad y el dolor físico, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando sienta que todas las puertas se me cierran, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando la escasez se manifiesta en mi vida, tiéndeme tus brazos Señor.
En la soledad, la depresión y la angustia, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando mis planes fallan y me siento perdid@, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando veo sufrir a la gente que amo, tiéndeme tus brazos Señor.
Ante la adversidad, tiéndeme tus brazos Señor.
Cuando el mundo se vuelva difícil para mí, tiéndeme tus brazos Señor.
Mi Señor Jesucristo, en todo momento de mi vida necesito sentir que Tú, estás cerca de mí.
Que puedo invocarte con una palabra o una oración y regocijarme en tus brazos.
Necesito saber que estás al alcance de mi pensamiento y de mi intensión.
Ruego a Ti, amado Jesús; hermano mayor de todos los hombres, que cuides de mi en este día y en los momentos más oscuros de mi vida.
Dame la dicha de estar en comunión contigo todos los días y percibir tu bendición en todos los aspectos de mi vida.
Señor Jesucristo, solamente a Ti puedo acudir cuando tengo problemas, cuando estoy enferm@ o desesperad@ y también cuando todo funciona bien en mi vida.
Abre tus brazos protectores a mi familia Señor.
Esos brazos seguros y amorosos que nos protegen del mal, que nos mueven hacia la solución de los problemas y que nos dan la fuerza de espíritu necesaria para combatir cualquier adversidad.
En tus brazos mi Señor, yo entrego mis dificultades de hoy, sobre todo ese problema que no he podido solucionar.
Y en tus brazos Jesús, entrego todos los asuntos de mi familia, los problemas que cada uno tenga, las enfermedades que estén padeciendo; para que Tú, les des el alivio y los ayudes en sus caminos.
Señor, que tu luz protectora cubra todo mi hogar y nos de mucha paz y unión para superar todos los problemas juntos y con mucha comprensión.
Que entre todos sepamos ayudarnos mutuamente, vivir en unión y cordialidad y tenerte presente siempre en nuestros corazones y en nuestra convivencia.
Hoy Señor, es un día para entregarme a Ti, para soltar todo lo que me hace la vida difícil en tus brazos y aprender a vivir livianos, confiando en tu sabiduría y en todo lo que haces por amor a nosotros.
Señor, ayúdame a salir adelante con mis metas y proyectos.
Tú, sabes bien lo que quiero lograr en mi vida, lo que necesito y lo que me hace bien.
Tú, me bendices en este día con la vida, con mi familia y con cosas que muchas personas no tienen.
Yo te alabo y te agradezco por la vida que me das, por las oportunidades que pones en mi camino y porque eres como un faro en medio de la oscuridad guiándome hacia tierra firme.
Recíbeme en tu corazón Señor Jesús, mírame con dulzura y compasión, como solo Tú, lo puedes hacer.
Llena mi vida de tu luz, esa luz que me alimenta el alma, que sana todas mis heridas, que me llena de esperanza y me hace fuerte y capaz.
Tú Señor, eres el poder dentro de mí, eres todo lo que necesito en mi vida.
Desde el fondo de mi corazón, yo te pido Jesucristo misericordioso, que te apiades de mí y me recibas en tus brazos, en cada una de mis dificultades.
Amén.