Tengo sed de Jesús. Una hermosa oración a nuestro Señor Jesucristo cuando sentimos tantos deseos de hablar con Él y de sentirlo a nuestro lado. Cuando tenemos la firme intensión de abrirle nuestro corazón y darle un lugar prioritario en nuestra vida porque simplemente, sentimos sed de su presencia.
Con la firme intensión de comunicarte con Jesús y con la certeza de que serás escuchad@ por Él; prepárate para elevar está oración a Jesucristo con toda tu fe y permite que Él se presente ante ti en espíritu y te renueve desde adentro.
Solo en la presencia del Señor, podemos sentir la verdadera plenitud y felicidad, la paz que muchas veces buscamos y no encontramos en ninguna otra parte.
Prepárate cada mañana antes de tus labores para acercarte a Jesús a través de la oración. Reconoce que Él esta primero que todo y que si tu relación con Él está bien, todo va a estar bien.
Pero tienes que dar este paso, porque Él ya dio el suyo, Él está siempre esperando que lo busques para manifestarse en tu vida.
TENGO SED DE JESÚS
Tengo sed de Ti, Señor Jesús, todo mi ser te busca con ansiedad y con deseo de tener este encuentro contigo en mi corazón.
De poder arrodillarme ante tu majestad, dejarme invadir de todas las emociones que afloran en mi ser cuando me entrego a un momento de comunión contigo.
Cuando siento que me escuchas y te mueves dentro de mí, tocando todas mis fibras y elevándome a un estado de paz y amor celestial.
Mi alma clama por Ti hoy Señor. Te presento todas mis angustias, mis necesidades, para que me ayudes a salir de los problemas y cumplir con todos mis compromisos y mis deudas.
Señor, a veces me siento cansad@ porque pasan los días y no puedo encontrar soluciones, no me llega lo que estoy esperando.
Quita de mí esta preocupación Señor. Bendíceme en este y todos los días.
Que pueda recoger los frutos de mi esfuerzo por fin. Que las cosas se me den de la mejor manera y todo me salga bien.
Tengo sed de Ti Jesús, te tenerte en mi vida a cada paso que doy, en cada uno de mis pensamientos y en todos mis proyectos.
Ilumina en este día todos mis caminos, muéstrame claramente con el lenguaje del amor a través del corazón y los sentimientos, lo que debo hacer y lo que debo cambiar.
Muéstrame el camino más directo hacia mis metas y la solución de mis problemas.
Por tu misericordia Señor, permíteme descansar de tanta incertidumbre y dolor.
Dame certezas en mi vida; dame la seguridad de andar por el camino correcto y saber que estoy haciendo las cosas de acuerdo a tu voluntad.
Derrama sobre mi vida los frutos de un trabajo bien hecho, de mi esfuerzo y de mi fe en Ti.
Que todos los días tenga más sed y más hambre de Ti Señor, más ganas de hablarte, de escucharte, de buscarte, de sentirte y de aceptarte en mi vida.
Que nada material y momentáneo me aparte de Ti. Sino por el contrario que mi vida material y familiar vaya de la mano de tu presencia y tu guía constante.
Yo me regocijo en el amor de tu corazón y me dejo guiar por todo lo que Tú, delicadamente me insinúas en todo momento.
Señor Jesucristo, que en este día tu luz divina brille sobre el mundo entero y sobre todas las personas que están tan tristes y desesperadas por los problemas en sus vidas.
Amén.