El Salmo 121, nos recuerda que el Señor es nuestro protector día y noche, que Él no desampara a sus fieles, no duerme, no descansa, es nuestro fiel guardián frente a los peligros, los enemigos y las adversidades. Debemos confiarnos a Él cada día, y cada vez que salgamos de casa, Él nos llevará y traerá de vuelta con bien.
Si tienes la fortuna de ser padre, sabes perfectamente lo que serías capaz de hacer por tu hijo. Lo defenderías y protegerías, de fieras y amenazas aún a costa de tu propia seguridad.
Es así como Dios nos ama y nos protege, Él está dispuesto a todo por nosotros y nos lo ha demostrado.
Con este salmo 121, confiamos nuestra seguridad en este día en tus manos, amado Señor.
Recibe nuestra oración con agrado y míranos con misericordia, no mires nuestras culpas, sino nuestro arrepentimiento sincero y buenas obras.
SALMO 121
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ORACIÓN
Amado Señor, con el corazón engrandecido por el amor que siento hacia Ti y que me llena de seguridad y fortaleza a pesar de las dificultades; me dirijo a Ti con este hermoso salmo 121, para alimentarme de tu palabra, fortalecer mi fe y sentir el abrigo de tu protección en mi vida, en la de mi familia, en mi hogar y en el mundo entero.
Escucha Señor, el clamor de todos los corazones que hoy asustados y frágiles, acudimos a Ti buscando refugio y protección.
Tú Señor, estás siempre cuidándonos, velando día y noche por tus fieles.
Te pedimos Señor, que nos llenes de valor para superar nuestras adversidades, pero sobre todo en que Tu estas siempre de nuestro lado y dirigiendo nuestras vidas hacia verdes prados, donde encontremos mayor seguridad y tranquilidad.
Amén.