En esta ocasión elevamos una oración por los migrantes venezolanos a Santo Toribio Romo, el santo protector de los migrantes, para que los proteja en su camino duro de migración y los ayude a encontrar un buen futuro.
ORACIÓN POR LOS MIGRANTES VENEZOLANOS Y SUS FAMILIAS
Amado sacerdote y Santo, San Toribio Romo, acudimos a ti suplicándote que intercedas por los migrantes de Venezuela.
Tú que fuiste en vida el protector de los migrantes y que desde el cielo lo sigues siendo, escucha nuestra plegaria por todos los venezolanos que han tenido que dejar su país, sus familias, hijos, casas, tradiciones y todas las cosas que han hecho parte de su vida y de sus antepasados por generaciones, para ahora buscar un nuevo futuro.
Te pido San Toribio, que les brindes protección para que puedan sortear todas las dificultades que se les presenten en el camino, y para que logren encontrar un buen destino.
Te ruego que tu ayuda y la de los cielos lleguen a través de todas las personas con las que se encuentran, para que les brinden nuevas oportunidades.
Intercede por ellos, para que nunca pierdan la esperanza ni la fe, para que se mantengan firmes en el amor y la presencia de Dios en sus vidas y puedan así encontrar un destino que les brinde estabilidad, seguridad y calor de hogar.
Que todos los padres que han tenido que dejar a sus hijos abandonados, y los hijos que han tenido que dejar a sus padres, se puedan volver a reencontrar, esta vez en un escenario de felicidad, paz y bienestar.
San Toribio bendito, te pido que ayudes a todos los migrantes venezolanos a encontrar fuera de su país un trabajo digno que les permita ayudar a sus familias y rehacer sus vidas para bien.
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San Toribio, a ti, que sufriste la persecución y tuviste que buscar refugio para salvar tu vida, te pedimos que intercedas ante nuestro Señor Jesucristo, por un refugio seguro, cálido y amable para todos los niños venezolanos que están en las calles, que no tienen comida, que no tienen un hogar y que no tienen esperanza.
A los que no somos migrantes, ayúdanos a ser conscientes y solidarios con nuestros hermanos, danos un corazón compasivo y doliente y bendícenos con mucha prosperidad para compartirla con los más necesitados.
Que los corazones de los dirigentes de los países sean justos y quieran ayudar a quienes llegan en busca de un futuro mejor.
Y sobre todo que, de la mejor manera posible, la situación en Venezuela se encause nuevamente hacia la prosperidad, el crecimiento de la economía, la paz, la buena convivencia, los valores y la unión de todos los venezolanos con un propósito común: su país.
Amén.