Que no te falte elevar la oración de la mañana a Jesús cada día. Tómate un corto espacio antes de iniciar tus labores del día, para que a través de esta preciosa oración de la mañana puedas entregar tu día al Padre, poner una intención en tu día y bendecirlo.
Deja que Jesús te llene con su dulzura para que encuentres sentido y alegría en todos los momentos y en todas las acciones que realizas durante el día.
El solo hecho de poner a Jesús primero en tu día transforma la percepción de todas las cosas que se te presenten y actuarás con mayor consciencia, bondad y sabiduría.
ORACIÓN DE LA MAÑANA AL SEÑOR JESÚS
Amadísimo Señor Jesús, alzo mi mirada, mi corazón y mis brazos a ti para saludarte y para alabarte.
Te pido que impregnes este día con tu presencia en todos mis asuntos.
Que solo pueda ver la verdad de las cosas, que lo que no sea de tu agrado no venga a mi o me sea indiferente.
Que pueda ver a todas las personas a través de tu mirada dulce y libre de juicios.
Que transite solo por caminos seguros, que me conduzcan a la paz, abundancia y felicidad.
Que pueda ver las oportunidades que tú me pones enfrente y muchas veces he ignorado.
Que mi trabajo y mis acciones sean de tu agrado, para mi bien y el de toda la humanidad.
Que tenga tu fe y fortaleza cuando se me presenten las dificultades.
Que reciba en abundancia el fruto de mi trabajo.
Que pueda controlar mis emociones y mantenerme en la paz que tú me das.
Que mis negocios y finanzas este día se multipliquen.
Que la riqueza de la naturaleza esté presente en todas las cosas.
Que mi alimento sea para el bien de mi cuerpo y mi mente.
Que pueda actuar de acuerdo con tus enseñanzas.
Llévate todo lo que yo no pueda solucionar.
Protege y bendice a mi familia en todos sus asuntos este día.
Que se transforme en bondad y amor el corazón de mis enemigos.
Que mis proyectos avancen en este día.
Que siempre reciba buenas noticias.
Bendice en este día: mi vida, mi mente, mi casa, mi trabajo, mi familia, mis alimentos, mis caminos, mis decisiones, mis negocios, mis pensamientos y mis relaciones.
Bendice a los enfermos, a los niños maltratados, a los que viven en la calle, a los que más sufren, a los que viven en guerra y a los gobernantes del mundo para que tomen las mejores decisiones en favor de la humanidad.
Bendice a los enfermos, a los niños maltratados, a los que viven en la calle, a los que más sufren, a los que viven en guerra y a los gobernantes del mundo para que tomen las mejores decisiones en favor de la humanidad.
Enséñame a ser fiel a ti, a entregarme en cada momento del día, a tener la certeza de tu compañía y protección; porque sé que de esta manera nada me puede faltar ni hacer daño.
Amén.
Amén.
Prepárate un minuto antes de hacer la oración de la mañana cada día, entra en el silencio, respira profundo y concéntrate en cada palabra.
Comparte la oración para que lleves tabién bendiciones a muchas más personas y regresen a ti multiplicadas.