Cuando hagas esta oración de buenos días a nuestra madre, la Virgen María, concéntrate en cada palabra con todo tu corazón, hazla con mucho fervor y te aseguro que podrás sentir su amor como un tremendo sentimiento de euforia y amor en tu corazón.
Sentirás la seguridad de su mirada protegiéndote y acompañándote durante todo el día.
No importa cuán alejado hayas estado de Ella. Siempre te recibirá de nuevo con agrado, siempre nos está esperando como nuestra madre que es.
Siempre llenará nuestra vida de dulzura y amor y nos protegerá como solo una madre lo sabe hacer.
ORACIÓN DE BUENOS DÍAS A LA VIRGEN MARÍA
Madre purísima, vengo a ti a pedir tu bendición en este nuevo día, me inclino ante tu mirada dulce y bondadosa, para que me cubras con tu santo manto.
Llévame hoy por caminos seguros, que me conduzcan al destino que tu amado hijo quiere para mí.
Protégeme en todo momento de las personas mal intencionadas y mentirosas.
Cuídame de los peligros que acechan por todas partes.
Condúceme hacia la seguridad de tu amparo de madre y hazme sentir que en todo momento tu cuidas de mí.
¡Oh! madre de dulzura infinita, extiende tu paz por el mundo y por todos los lugares donde yo vaya hoy.
Para que todos los hombres aprendamos a amarnos y ayudarnos unos a otros verdaderamente, según el plan de nuestro Señor Jesús.
Bendice en este día a todos los niños de mundo, a los desamparados, a los moribundos, a los que no tienen fe, a los que están ciegos por las riquezas materiales, a los que están alejados de Dios, a los que hacen el mal y a los que no conocen el amor de tu hijo.
Para que sus corazones sean inundados con el fuego del Espíritu Santo y encuentren el camino de la redención y la santidad por un mundo mejor para todos.
Virgencita, tú que sufres por todos nosotros, derrama una lluvia de bendiciones en este día sobre el mundo entero, sobre los países más pobres y los que están en guerra; sobre la naturaleza a la que tanto daño hemos hecho, sobre todos los hombres para que sepamos valorar la vida y hacer de este mundo un mundo mejor, sobre todas las familias para que vivan unidas y en la gracia de Dios.
Bendice también todo lo que haga hoy, mis pensamientos, mis acciones, mi familia, mi trabajo, mi dinero, a mis amigos y a mi país.
Y enséñame a amarte a ti y a tu amado hijo Jesucristo cada día más, a tenerlos presentes siempre en mi vida y en mis decisiones.
Virgen María, de tu mano y bajo tu amparo camino en este día en paz, dicha y seguridad.
Amén.