Tener una persona con Alzheimer en nuestra familia puede ser devastador, tanto para ella como para las personas que conviven con ella. Elevamos esta oración a nuestro Señor Jesucristo, en esta ocasión, para pedir misericordia por ella y por nosotros.
Rogamos a Jesús, que todos los enfermos de Alzheimer estén bien cuidados y puedan llevar su enfermedad dignamente.
También pedimos por sus familiares, para que el Señor, los llene de sabiduría, amor, y fortaleza, para saber cómo manejar esta nueva situación que afecta, sin duda, no solo la vida del enfermo, sino la de todo su entorno.
ORACIÓN POR UN FAMILIAR CON ALZHEIMER
Señor Jesús, Médico Divino, te encomiendo a [nombre de la persona] quien enfrenta el desafío del Alzheimer. Ilumina su mente con tu luz divina y fortalece su memoria día tras día.
Protege su mente y corazón, que, aunque olvide los rostros y los momentos, nunca olvide tu amor y presencia.
Acompáñanos a nosotros, su familia y seres queridos, brindándonos paciencia, amor y comprensión en cada momento.
Te pedimos que, con tu infinita misericordia, alivies nuestra carga y nos ofrezcas consuelo y esperanza.
“Señor Jesús, luz inquebrantable en la oscuridad, venimos ante Ti con humildad y esperanza, buscando tu divino consuelo y protección.
Te encomendamos a cada persona que enfrenta los desafíos del Alzheimer, una enfermedad que nubla la mente, pero que no puede oscurecer el alma que Tú has creado.
Nos postramos ante Ti, reconociendo tu poder y majestuosidad, sabiendo que Tú eres el principio y el fin, y que todas las cosas están en tus manos, y por eso, todo tienen un propósito.
En medio de las tormentas de la vida y las incertidumbres que nos rodean, buscamos tu rostro, anhelando el calor de tu amor y la seguridad de tu abrazo.
Reconocemos que, a pesar de los desafíos que enfrentamos, tu gracia es suficiente y tu poder se perfecciona en nuestra debilidad.
Señor Jesús, que caminaste entre nosotros, que sentiste cada dolor y cada lágrima, te pedimos que envuelvas con tu manto sagrado a aquellos que sufren el olvido.
Aunque sus recuerdos se desvanecen y los rostros familiares se vuelven desconocidos, permíteles encontrar consuelo en tu presencia constante.
Que, incluso en los días más oscuros, puedan sentir la chispa de tu amor, recordándoles que son amados y preciados a tus ojos.
El Señor cubre con su amor a las familias
Te pedimos también por sus familias, por aquellos que cuidan y aman a estas almas olvidadizas.
Otórgales fortaleza y paciencia, sabiduría y comprensión. Que, a través de cada desafío, puedan ver un reflejo de tu amor y sacrificio.
Que, en cada momento de desesperación, encuentren esperanza en tu promesa de salvación. Que, en cada lágrima derramada, encuentren consuelo en tu misericordia infinita.
Jesús, Maestro y Salvador, te confiamos nuestras preocupaciones y miedos, sabiendo que Tú eres nuestro refugio y fortaleza.
Aunque las sombras de la enfermedad amenacen con consumirnos, sabemos que tu luz brilla más brillante, guiándonos hacia un futuro de esperanza y redención.
Te pedimos que bendigas a cada persona afectada por el Alzheimer, que les des la gracia de vivir cada día con dignidad y propósito, recordándoles que son hijos e hijas del Dios Altísimo.
En Ti, Jesús, encontramos nuestra verdadera identidad, no definida por nuestros recuerdos o capacidades, sino por el amor incondicional que nos has mostrado en la cruz.
Te pedimos que nos ayudes a recordar siempre tu sacrificio, a vivir con gratitud y a compartir tu amor con aquellos que nos rodean.
Que, a pesar de los desafíos que enfrentamos, nunca perdamos de vista la eternidad y la promesa de vida eterna contigo.
Con corazón humilde y espíritu esperanzado, te ofrecemos esta oración, confiando en que Tú, el Gran Médico, puedes traer sanidad y restauración a todas las áreas de nuestras vidas.
Señor Jesús, ante Ti vengo con toda la fe que arde en mi ser. Tú, que conoces cada rincón de nuestra alma, eres testigo de la sinceridad con la que elevo esta oración, sabiendo que tu amor es inquebrantable y que tu misericordia no tiene límites.
He depositado mi confianza en Ti, porque sé que Tú eres la fuente de todo consuelo y esperanza.
En este momento de tribulación, donde la enfermedad amenaza con llevarse la esencia de mi ser querido, te imploro que seas nuestro refugio y fortaleza.
Esta enfermedad, que no solo nubla la mente, sino que también debilita el cuerpo, es una pesada cruz que él/ella carga cada día.
Pero en medio de este desafío, confiamos en que tu gracia es suficiente y que tu poder puede transformar cualquier adversidad.
Dame, Señor, la sabiduría y la paciencia para ser el apoyo que él/ella necesita.
Permíteme ser sus manos cuando no pueda moverse, su voz cuando le falten palabras y sus ojos cuando la oscuridad lo envuelva.
Que pueda proporcionarle no solo cuidados físicos, sino también confort espiritual, recordándole siempre que es amado, valorado y nunca estará solo en esta batalla.
Rogamos misericordia para que el Alzheimer no avance
Jesús, Maestro de amor y compasión, te ruego que envuelvas a mi ser querido en tu manto sagrado.
Que, en cada momento de confusión, pueda sentir la claridad de tu presencia; que, en cada instante de dolor, pueda hallar consuelo en tu amor eterno.
Que cada día, a pesar de los desafíos, encuentre razones para sonreír, sabiendo que Tú estás obrando en su vida, renovando sus fuerzas y llenándole de esperanza.
Te pido también por todos nosotros, las personas que Tú, has puesto en su vida para acompañarle en estos difíciles momentos.
Que nos des la fortaleza para acompañarle en este viaje. Que podamos ser un reflejo de tu amor, mostrándole que es invaluable para nosotros.
Ayúdanos a comprender sus necesidades, a escuchar sus miedos y a ser su roca en los momentos de debilidad. Que, a través de nuestro amor y cuidado, él/ella pueda sentir la profundidad de tu amor y la certeza de que nunca estará solo/a.
En tus manos, Señor, deposito todas nuestras preocupaciones, miedos y esperanzas. Confiando plenamente en que Tú, el Gran Médico, tienes el poder de sanar, restaurar y renovar.
Te imploro que hagas un milagro en su salud, que detengas el avance de esta enfermedad y que inundes su corazón de paz y alegría.
Con profunda fe y esperanza, te presento esta oración, sabiendo que Tú escuchas el clamor de tus hijos.
Ten piedad de nosotros y danos mucha sabiduría en cada decisión que tengamos que tomar con respecto a su enfermedad.
No permitas que la desesperación nos embargue.
Llénanos de tu espíritu que es fuente de luz y vida, todos los días.
Te amo Señor.
Amén.
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