Oración a la Virgen del Carmen en tiempos difíciles como los que toda la humanidad está viviendo. Sin duda alguna, estamos en una de las épocas en las que globalmente deberíamos buscar a Dios, acercarnos a Jesús en masa, desde el corazón. Y una de las formas más hermosas de llegar a Él es sin duda a través de su Madre, quien es también nuestra Madre.
PODEROSA ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN EN TIEMPOS DIFÍCILES
Virgen del Carmen, piadosa y pura, escucha nuestro llamado en estos tiempos difíciles. Clamamos a ti, oh! dulce madre, para pedirte que intercedas por nosotros ante tu amado hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Vela por nosotros santa madre de Dios, cobíjanos bajo tu protección de madre de todo el mal que nos acecha.
Elevamos esta plegaria a ti, Madre bendita, por todas las personas que más están sufriendo en estos momentos, por los enfermos, por los que viven o mueren en soledad, por los que se enfrentan diariamente al peligro, por los que viven con miedo, por los que no tienen con que sostener a sus familias, por los que perdieron la esperanza, por los ancianos, por los niños indefensos y por los que están alejados de Dios.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros!
Nuestra Señora del Carmelo, te pido que protejas de todo mal a mis padres, a mis hijos, hermanos, familiares y amigos. Ayúdalos en las dificultades y consuélalos con tu amor maternal cuando todo parezca ir mal y necesiten de tu amor y tu intercesión ante nuestro salvador.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros!
Clamamos a ti Virgen del Carmen por todas nuestras necesidades, en este día te presento especialmente esta petición: ____
Óyenos, Madre purísima, y preséntale a tu hijo nuestras necesidades más grandes, no sin antes suplicarte que intercedas por el perdón de nuestros pecados, por la misericordia de nuestro Señor Jesucristo ante nuestras ofensas y nuestra poca fe.
Te pedimos dulce Virgen del Carmen, que nos enseñes a andar en esta vida con la certeza en las promesas del Padre como tú lo hiciste, a no dudar jamás de su amor y a aceptar sus designios, aunque a veces no los podamos comprender.
Transmítenos ese amor incondicional que siempre te ha caracterizado y que nos hace tanta falta en este mundo para elevarnos y recuperar la gracia divina que hemos perdido.
Desde tu trono merecido en el cielo, santa Madre divina, vela por nosotros, ruega a tu hijo por nuestras necesidades personales y por el mundo entero.
Te alabo y te bendigo, Virgen del Carmen, madre protectora y abogada nuestra. Ruega por nosotros!
Amén.